Una salida a la Ensenadita
Bueno pues, como decía aquel simpático personaje de anaranjada peluca, cuando se encontraba a punto de alegrar nuestras infantiles tardes sentados al frente de nuestro flamante televisor de bulbos con pantalla blanco y negro de la marca RCA Víctor: Érase que se era en una calurosa y neotemblorosa ciudad, misma que es capital de fronteriza federativa entidad de la república Mexicana cuyo nombre suena a guapachoso conjunto de música tropical… en Hermosillo, Sonora pues!! En alegre tarde y al calor de un frustrado taller, al tiempo que aniquilábamos unas indígenas (o sea tomando cheve indio) quedamos, lo que queda del célebre y aguerrido grupo de elite pesqueril los Comandos de Garrison, en acometer a las paradisiacas playas sonorenses con nuestras cañas, blandiendo estas cual lustroso sable de acero español (no esas tiznaderas made in china que con un poco de sargazo truenan como chinampina (¿verdad mi Richard?). Pues les decía, que se hizo el plan de ir a mojar piola, tirar el anzuelo ...